sábado, 24 de noviembre de 2012

Bonitas magdalenas nutelladas

"Anna se enteraba ahora de lo que leía, pero aquella lectura no le procuraba ninguna satisfacción: tenía tantas ganas de vivir que le costaba conformarse con el reflejo de esas vidas "

León Tolstoi, Anna Karenina




Muchas veces sucede que, cuando estamos muy centrados en algo, necesitamos desconectar y no siempre tiene que ser con una cosa tranquila, pues una actividad que nos haga disfrutar también es perfecta para relajar a nuestra mente y retomar fuerzas. Y si encima, cogemos energía con lo que hemos preparado, mucho mejor.
Repetimos con unas magdalenas, aunque esta vez intentaremos darle un toque distinto, así que... ¡a desconectar dejando volar la creatividad en la cocina!


Ingredientes...

MASA

- 175 gramos de mantequilla.
- 175 gramos de azúcar (se puede reducir la cantidad si no las queremos tan dulces).
- 3 huevos.
- 200 gramos de harina.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- 2 cucharaditas de té de canela en polvo.
- 4 cucharadas soperas de leche.
- Nutella.

DECORACIÓN

- 150 gramos de mantequilla temperatura ambiente.
- 150 gramos de azúcar glass.
- 1- 3 cucharadas de nutella.

Elaboración..

Precalentamos el horno a 180ºC y colocamos los moldes de magdalena en la bandeja, dejando separación entre ellos con tal de que después no se nos monten. Batimos la mantquilla -si queremos, la podemos deshacer un poquito- con el azúcar hasta que quede una mezcla homogénea. A continuación, añadimos uno a uno los huevos, y batimos cada vez. Incorporamos la harina, la levadura y la canela, y removemos. Por último, agregamos la leche y le damos otra vuelta. Con la masa, rellenamos los moldes; personalmente, me gusta dejarlos un poquito más de la mitad, así no sobresalen y evitamos que se deformen. Añadimos una cucharadita de té dentro de cada una formando un remolino. Están listas para introducirse en el horno. El tiempo depende, pero debe oscilar entre los 15-25 minutos. Conocer el punto de cocción no siempre es fácil, así que mucha atención con no sobrepasarnos, ya que nos quedarían demasiado secas. Lo ideal es utilizar el truco del palito, porque muchas veces a la vista nos parece que están todavía crudas. Una vez hecha la comprobación, las sacamos del horno, esperamos entre 5-10 minutos y las pasamos a otra superficie para que se enfríen totalmente, pues de lo contrario la decoración se nos derretirá.

Para ello mezclamos la mantequilla, es muy importante que esté a temperatura ambiente para conseguir la textura adecuada, con el azúcar hasta que se homogeinicen. Añadimos la nutella, volvemos a mezclar, rellenamos la manga pastelera y... ¡a decorar! También podemos añadir virutas de colores para que queden más vistosas.




¡Feliz tarde de sábado soleado!





viernes, 28 de octubre de 2011

Coquitos


Porque no siempre lo sofisticado es lo que más sorprende a nuestros sentidos.




Esta receta, inevitablemente, me inspira ambiente navideño; no obstante, en una tarde lluviosa como la de hoy, no nos resultará difícl fingir que ya ha llegado diciembre, aunque sea como excusa para disfrutar de estos dulces bocaditos con sabor a coco.

Ingredientes...

- Una patata grande (o incluso patata y media).
- 200 gramos de azúcar (si somos muy golosos, podemos añadir un poco más, ¡pero sin pasarnos!).
- 100-125 gramos de coco rayado.
- 1 huevo.
- almendra molida (opcional).

Elaboración...

Hervimos la patata con piel y, una vez esté cocida, la pelamos y la troceamos en un bol. A continuación, con un tenedor, la aplastamos hasta que quede uniforme. Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos bien. Cogemos pequeñas cantidades de la masa obtenida y vamos dándole forma de bolitas. Las depositamos en una bandeja forrada con papel vegetal y, por último, las metemos en el horno - previamente precalenado- durantes unos 20 o 30 minutos a 170ºC, hasta que veamos que se han dorado. Es importante que por dentro quede una textura blandita. ¡Y ya sólo nos quedará esperar a que se enfríen!

viernes, 29 de julio de 2011

Magdalenas vainilladas con canela



¿A quién no le gusta una magdalena blandita acompañada con una onza de chocolate o mojada en un vaso de leche con cacao?
¡Incluso Proust hace mención al bizcocho!

Este fantástico dulce francés, madeleine, es primo hermano del estadounidense cupcake y del muffin inglés. La diferencia, parece ser, está en la forma en que se hornean y en los añadidos; así, un cupcake debería hacerse con tazones o cazuelas de barro y coronarse con algún glaseado o virutas, y un muffin en un molde específico y, además, se caracterizaría por contar con una variedad larguísima de sabores. La receta de hoy estaría un poco entre los tres, aunque nosotros lo dejaremos en magdalena, ya que no podemos negar que su semejanza es enorme y, al fin y al cabo, están todos ricos, ricos -que, ¡para qué engañarnos!, parece ser lo que importa.

Ingredientes...
(para unas 20)

- 200 gramos de mantequilla, aproximadamente (la cantidad puede disminuirse si las queremos más ligeras).
- 100 gramos de azúcar (en teoría lleva más, pero creo que quedan demasiado dulzonas).
- 1 sobre de levadura.
- 4 huevos.
- azúcar vainillado (de nuevo, azúcar, de ahí que reduzcamos la cantidad anterior. Al gusto).
- canela (al gusto).

Elaboración...

Precalentamos el horno a 150-170º C. Mezclamos la mantequilla (cortada en dados y a temperatura ambiente), la vainilla, la canela y el azúcar. A continuación incorporamos los huevos, uno a uno, mientras seguimos batiendo. Añadimos la harina, poco a poco, y la levadura. Cuando obtengamos una masa homogénea ya podemos repartirla en los moldes, teniendo en cuena que no se deben llenar hasta arriba -pues se saldrían del envoltorio. Y, por último, introducimos la bandeja en el horno y lo dejamos unos 20-25 minutos. Para asegurarnos de que están hechas las pincharemos con un palillo, debiendo de salir éste seco. No obstante, si las preferimos un poco más doradas, las podemos dejar unos minutos más. 

Como veis, quedan esponjosísimas.


lunes, 18 de julio de 2011

PseudoPolloAlCurry

"Me parece asimismo que la palabra más grosera, la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio. A quienes callan les faltan casi siempre finura y gentileza de corazón; callar es una objeción, tragarse las cosas produce necesariamente un mal carácter - estropea incluso el estómago. Todos los que se callan son despépticos."

F. Nietzsche, Ecce Homo, "Por qué soy yo tan sabio"


La receta de hoy, a pesar de no ser la genuina del Pollo al curry, suele gustar a casi todos; y si no es así, entonces es que mis invitados han sido excesivamente educados o muy poco sinceros.

Ingredientes...
(****)

- Una cebolla.
- Una manza y media (del tipo que más os guste).
- Un poco más de 1/2 kg. de pechuga de pollo (esta cantidad es variable, en función lo carnívoros que seamos)
- 1/2 litro de nata para cocinar.
- Arroz basmati.
- Curry (al gusto).
- Aceite.
- Sal (al gusto).

Elaboración...

La preparación de la receta se podría dividir en tres partes, no obstante, no tardaremos mucho más de una hora en tenerla lista.

Salsa. Troceamos la manzana y cortamos la cebolla. Colocamos la sartén o cazuela con un poquito de aceite y, cuando éste esté caliente, echamos primero la cebolla y a continuación la manzana. Les damos unas cuantas vuelta y dejamos que se cocinen a fuego medio hasta que la manzana esté blandita. Es el momento de agregar la nata, el curry y la sal; removemos todo para que se mezclen bien los sabores y esperamos unos minutos con tal de que la nata reduzca y los ingredientes queden bien ligados. Retiramos del fuego y trituramos con la batidora hasta conseguir una textura lisa.

Pollo. Partimos las pechugas en trozos pequeños y, en una sartén a parte, las rehogamos con un poco de sal hasta que estén prácticamente hechas. En caso de no querer usar tanto aceite, podemos pasarlas por una cazuela en la que no se peguen. Tras esto, las agregamos al recipiente donde teníamos la salsa y dejamos que terminen de cocinarse, a fuego lento.

Arroz. Por último, sólo nos queda hervir el arroz. Si no queremos esperar, el truco es ponerlo al fuego mientras empezamos con el pollo; de este modo se va haciendo al mismo tiempo. Lo ideal es que quede seco, sin tener que colarlo; para ello utilizaremos cuatro medidas de agua por una de arroz, ya que este tipo cuesta más de cocer. Es importante que el agua esté caliente y que también sea así en caso de tener que agregarle más. El procedimiento es sencillo: un poquito de aceite, salteamos el arroz, añadimos el agua, la sal y tapamos. Cuando el agua se haya consumido, probamos y si consideramos que está listo, retiramos; en caso contrario, agregamos un poquito más de agua hasta que tenga la dureza que más nos guste.

¡Y ya sólo nos queda servir!

Como banda sonora la canción que me pasó Ramiro para la receta anterior:





miércoles, 13 de julio de 2011

Zumo de kiwi

Empezamos el blog con una receta muy sencillita, aunque, eso sí, con mucho cariño.

Se trata de un zumo-batido de kiwi, una fruta que podemos encontrar fácilmente en cualquier época del año y que, además, como es sabido por todos, posee un fantástico poder regulador, para algunos.

Ingredientes...

- Un par de kiwis.
- Hielo (con dos cubitos es suficiente, aunque, si se prefiere, pueden usarse más).
- Una cucharada de zumo de limón o naranja.
- Azúcar (opcional).


Elaboración...

Realmente no podemos hablar de elaboración, ya que resulta muy poco complicada de preparar.
Colocamos el hielo, los dos kiwis pelados y el azúcar en la batidora; batimos y servimos en el vaso. El zumo de limón (más ácido) o de naranja le dará ese toque diferente, por ello es recomendable dejarlos para el final. Podemos ir añadiendo hasta que quede a nuestro gusto y, en caso de que lo consideremos necesario, también modificaremos el azúcar. Personalmente, si os gustan los sabores ácidos, os lo recomiendo con limón y sin nada más.
Y ya tenemos un buen y saludable tentempié perfecto para media mañana o como merienda.